Semana 2, Día 13

Hoy ha sido un día de locos. No sé si bueno, o malo. La semana que viene lo sabré mejor. Al final, no he encontrado el título de la carrera. He ido a la Universidad: me pueden hacer un certificado, que cuesta 23 €, pero no lo admiten en todos los sitios, o pedirme un duplicado... que cuesta la nadería de 380 €. Brrrr... Y hecho el examen. Los exámenes. Larguísimos. Difícilisimos. E inesperados. Mal del todo no me han ido.

La primera prueba era a las 13:00. Ha empezado tarde, y ha terminado tarde, a las 15:45. Y me ha destarotado las horas de comer. He comido que eran las 16:00. Ya no tenía ni hambre. Y a las 16:30 la segunda prueba, que también ha acabado tardísimo.

Total, he llegado a casa a las 1000. Y tampoco he salido a correr ni he hecho nada de ejercicio, salvo andar de un sitio a otro (unos 40 minutos a buen ritmo).

"1a toma" (06:30): yogur con unas pocas nueces y una cucharada de copos de avena.

Desayuno (10:15): bocadillo pequeño de jamón serrano y café con leche de la máquina de vending del trabajo.

Comida (¡a las 16:00!): ya no quedaba casi nada. O compraba media pizza con una pinta espantosa, o un bocadillo de queso que tenía mala pinta, o me pedía un plato de paella pasada. He optado por la paella. Mala. Me he dejado 3/4 del plato. Y un yogur desnatado con sabor a limón.

Merienda (¡a las 19:30!): estaba muriéndome de hambre. Chapatita pequeña de fuet y cortado.

Cena (a las 21:45): puré de calabacín, con un puñado de picatostes, y manzana.

Tengo ganas que termine esta semana, y volver a la normalidad. Porque tanto ajetreo y cosas "fuera de normal" me hacen ir mal. Hoy, a la hora de comer, cuando he visto las opciones que había en la cafetería, he estado a punto de irme a la máquina de vending y pillarme un paquete de Donettes, o Donuts, o lo que fuera, pero dulce, engordante y sabroso. Y no lo he hecho. Pero encuentro a faltar salir a correr o ir al gimnasio. Sí, ya sé que podría ir a las 20:00 y pico, pero levantándome cada día a las 06:00 no me apetece nada.