Semana 3, Día 20

Hoy, mejor que ayer. Me faltaría hacer más ejercicio físico, andar más, ir al gimnasio... pero estoy muy cansada, y cuando llego a casa tengo mil cosas por hacer. Eso, como siempre, pero los días (el frío de hace unos días, y el viento y la lluvia de esta tarde) tampoco acompañan demasiado.

- 1a hora (06:30): yogur bio con un puñado de nueces y una cucharada de copos de avena.

- Desayuno (10:45): bocadillo pequeño de jamón serrano e infusión drenante.

-Almuerzo (15:00): ensalada (lechuga, escarola, tomate, maíz, puñado de frutos secos) y sardinas al horno. De postre, una mandarina.


-Merienda (18:00): un té verde y una pera. Y 2 galletas María.

-Cena (21:30): 4 empanadillas de verduras y mozzarella (cebolla, zanahoria, berenjena, calabacín y espárragos trigueros, y un trocito de mozzarella, que se funde al hornear y queda.... mmmm). Es una receta de las clases de cocina de los lunes, de hace unas 3 semanas. De postre, 4-5 fresones. Y ahora, dentro de un ratito, me haré alguna infusión.

Esta tarde he ido de compras. Había cobrado y hacia ya días que había echado el ojo a un par de cosas de Mango. No sabía si ir hoy, o esperarme a perder algo más de peso. Al final... he ido. Y he salido contenta de la tienda. Una chaqueta blazer, sí que he tenido que pillar la talla XL (pero contenta, porque ha habido épocas en que la talla XL no me iba). Pero me he quedado un jersey en que la XL me iba grande, y he cogido la L (que va bién, pero irá mejor si pierdo un par de kg). Y me he probado una blusa... que no me he quedado, pero que mi talla era la L (y los botones no rebentaban). No sé si es que tallan grande (me cuesta de creer), o yo he bajado volumen (que también me cuesta de creer). De todas formas, saber que tengo margen es reconfortante.

Semana 3, Día 19

Ayer no actualicé porque al final lo hice todo mal. Comí mal para el desayuno, para la comida, para la merienda y para la cena. Tenía plena conciencia de estar pasándome, pero ya empecé mal y no encontré la suficente fuerza de voluntad para girar el día. De hecho, tenía un rumor por la cabeza que me decía "da igual, ya has perdido el día". 

Ni excusa tengo.

Hoy, el día mejor. Pero estoy asumiendo que esta semana no bajaré de peso. De hecho, no quiero pesarme antes del sábado, pero supongo que voy a subir. Mejor que vaya haciéndome a la idea.

-"1a toma" (a las ¡06:00!): café con leche y 5 galletas María.

-Desayuno (a las 11:00): café con leche de máquina de vending y bocadillo pequeño de jamón serrano.

-Comida (a las 15:00): ensalada preparada del Mercadona (con aliño de mostaza y miel que voy a probar de hacer en casa porque está delicioso) y 3 buñuelos de bacalao que habían sobrado de la cena del lunes. Y una mandarina.

-Merienda (a las 18:00): mal, lo sé. Croissant de chocolate.

-Cena ( a las 21:30): he preparado un "dúo" de cremas de verduras que nos enseñaron en la clase de cocina de hace unas semanas. Crema de alchachofas con puré de calabaza y crujiente de jamón. Está buenísima. Juegas con las texturas, y los colores: más líquido y más sálado de la crema de alcachofa, y más dulce y más espeso de la de calabaza. Y los trocitos de jamón crujiente. Buenísima. Y muy rápida de hacer. De postre, media manzana y medio plátano. Dentro de un ratito me tomaré una infusión drenante.

¡Ah! Y esta tarde me he puesto 50 minutos a hacer steps.
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Ansias

Actualizo en una hora que no debería, desde un sitio que no tocaría... sólo para decir que hoy estoy especialmente ansiosa, como medio-angustiada (o angustiada del todo), y lo estoy pagando. Ni autocontrol ni ostias, mi cabeza piensa "no debes", pero da igual, hago lo contrario.

De momento, llevo:

-un donuts ( a las 07:30)
-una palmera de chocolate (a las 11:30)

Además de lo que tocaba "normal" (el yogur con fresas y el bocadillo pequeño, hoy de lomo).

Espero frenar. Pero el día parece que va a seguir igual de angustioso.

Semana 3, Día 17

Lunes. Un día malo. Mis comidas:

- "Primera toma" (06:30): yogur con muesli y un puñado de nueces, y 2 galletas María

- Desayuno (11:00): bocadillo pequeño de chorizo y café con leche de la máquina de vending del trabajo.

- Comida (15:00): puré de calabacín con un puñado de picatostes y 2 mandarinas

- Merienda (18:00): café con leche y magdalena (ya sé, dije que me controlaría...).

- Cena (21:30): ensalada y buñuelos (caseros) de bacalao. De postre, 4 fresas. Ahora me tomaré una infusión de cola de caballo.

Esta tarde quería salir a correr, pero hacía mucho frío. Al final he optado por ponerme una horita al stepper del Decathlon, mientras miraba la tele. Menos es nada.

Semana 3, Día 16 (Domingo)

Hago una actualización rápida. Hoy mal. Bastante mal. He comido demasiado, soy consciente de ella. Y nada de comer la verdura y la fruta que toca. He empezado mal, y he acabado peor.

Desayuno (a las 11:00): café con leche y 2 tostadas con confitura de melocotón. Me he levantado tardísimo, pero es que ayer me acosté tardísimo, después de una cena muy copiosa. Estaba agotada, por haber dormido poco y por la matada de la tarde de ayer en el gimnasio (spinning, sesión dirigida de abdominales, media hora de elíptica y 10 minutos de cinta. Me duele todo el cuerpo, aún).

Comida (a las 14.30). En casa de mi suegra: sopa y carne asada, con mucho pan. Y 2 mandarinas de postre.

Merienda (a las 18:00): café con leche y croissant de chocolate. No por hambre, ni por ansias. Por "costumbre".

Cena (a las 21:00): hemos ido a un restaurante que está al lado de caso, donde hacen una masa de pizza crujiente espectacular. Y nos hemos partido 2 pizzas, una clásica (jamón, mozzarella...) y la otra "ibérica (virutas de jamón ibérico y queso parmesano). Y de postre una crêpe de chocolate.

Lo dicho: demasiado.

Semana 3, Día 15: -0,5 kg

Bueno... me he pesado hoy a primera hora. Esta semana he perdido 0,5 Pkg. No está mal, por no haber hecho nada de ejercicio y por haber sucumbido en un par de ocasiones. Pero, claro, no tengo el mismo subidón encima que la semana pasada, con un pérdida de 3,5 kg. Estoy contenta, de todas formas, y reafirmada en mi propósito de ayer: más fruta, más ejercicio y menos magdalenas y otras porquerías varias.

Hoy, para ser sábado, me he levantado tempranito (a las 08:00). La culpa la tenía la nevada que ha caído esta noche... me he levantado a mirar; he salido al patio y, ya puestos, me he puesto en marcha. A esta hora me he tomado un café con leche y 3 galletas María (voy a intentar comer menos, o no comer, y sustituirlas por fruta).

A media mañana, a las 11:00, hemos ido a desayunar al bar del lado de casa (la costumbre de cada sábado): otro café con leche y un bocadillo mediano de fuet. Después, con mi pareja, hemos ido al súper, y hemos comprado para toda la semana.

De vuelta a casa he preparado la comida, ya que venía la suegra. De primero he hecho una ensalada (lechuga, zanahoria, tomatitos Cherry, quesitos y un aliño con mostaza). Y de segundo he preparado el arroz con calamares y calabacín que aprendí en la clase de cocina de hace un par de semanas. Delicioso. De postre una mandarina, y después de fregar los cacharros me he tomado un té con canela.

Dentro de un rato iré a una clase de spinning, y estaré un ratito más en el gimnasio en la elíptica o en la cinta. Después hemos quedado para cenar en un restaurante con unos amigos, que nos tienen que decir que están embarazados de gemelos (ya... es secreto, y voy a hacer como que no lo sé). :P Así que esta noche será un poco "extra". Otra vez.

Semana 2, Día 14

Hoy hace 2 semanas que tuve mi "crisis" y me planteé cambiar de hábitos. Y hoy he tenido varias "mini-crisis" y he comido cosas que no tocaban. Me lo pedía el cuerpo. Sólo pensaba en ello. Y ya sé que no es excusa.

"1a toma" (06:30): café con leche y 5 galletas María.

Desayuno (10:30): té verde con menta y bocadillo (pequeño) de chorizo.

Comida (15:00): judías salteadas con zanahoria y unos taquitos de jamón. De postre... un Kinderbueno. Hacía horas que estaba pensando-deseando algo dulce, y al final he ido a la máquina de vénding.

Merienda (18:00): café con leche y magadalena de chocolate. Seguía pensando en dulce... :(

Cena (21:30): revuelto de verduras y una manzana. Ahora me estoy tomando una infusión drenante.

Mañana me pesaré. No sé cómo irá. Sí que noto que algún pantalón no va tan "rebentón". Esta semana no he hecho nada de deporte. Sólo andar, pero eso no me vale, porque ya de normal acostumbro a ir andando siempre que puede. En Barcelona intento evitar ir en metro, y siempre que puedo voy a pie a los sitios. Si quiero incrementar la actividad física no me sirve andar, porque ya lo hacía.

Ahora, releyendo las entradas, me he dado cuenta que como poca fruta. Intentaré modificarlo para la semana que viene. Eso (comer más fruta) y hacer ejercicio físico son mis objetivos para la semana que viene. ¡Ah! Y por supuesto, intentar evitar Kinderbuenos y magdalenas.

Semana 2, Día 13

Hoy ha sido un día de locos. No sé si bueno, o malo. La semana que viene lo sabré mejor. Al final, no he encontrado el título de la carrera. He ido a la Universidad: me pueden hacer un certificado, que cuesta 23 €, pero no lo admiten en todos los sitios, o pedirme un duplicado... que cuesta la nadería de 380 €. Brrrr... Y hecho el examen. Los exámenes. Larguísimos. Difícilisimos. E inesperados. Mal del todo no me han ido.

La primera prueba era a las 13:00. Ha empezado tarde, y ha terminado tarde, a las 15:45. Y me ha destarotado las horas de comer. He comido que eran las 16:00. Ya no tenía ni hambre. Y a las 16:30 la segunda prueba, que también ha acabado tardísimo.

Total, he llegado a casa a las 1000. Y tampoco he salido a correr ni he hecho nada de ejercicio, salvo andar de un sitio a otro (unos 40 minutos a buen ritmo).

"1a toma" (06:30): yogur con unas pocas nueces y una cucharada de copos de avena.

Desayuno (10:15): bocadillo pequeño de jamón serrano y café con leche de la máquina de vending del trabajo.

Comida (¡a las 16:00!): ya no quedaba casi nada. O compraba media pizza con una pinta espantosa, o un bocadillo de queso que tenía mala pinta, o me pedía un plato de paella pasada. He optado por la paella. Mala. Me he dejado 3/4 del plato. Y un yogur desnatado con sabor a limón.

Merienda (¡a las 19:30!): estaba muriéndome de hambre. Chapatita pequeña de fuet y cortado.

Cena (a las 21:45): puré de calabacín, con un puñado de picatostes, y manzana.

Tengo ganas que termine esta semana, y volver a la normalidad. Porque tanto ajetreo y cosas "fuera de normal" me hacen ir mal. Hoy, a la hora de comer, cuando he visto las opciones que había en la cafetería, he estado a punto de irme a la máquina de vending y pillarme un paquete de Donettes, o Donuts, o lo que fuera, pero dulce, engordante y sabroso. Y no lo he hecho. Pero encuentro a faltar salir a correr o ir al gimnasio. Sí, ya sé que podría ir a las 20:00 y pico, pero levantándome cada día a las 06:00 no me apetece nada.

Semana 2, día 12

Llevo toda la tarde estudiando. Y soy un desastre. También he dejado para última hora buscar los papeles que necesito para mañana, entre ellos el título de la carrera. Y no está. No sé dónde está. He buscado en todos los sitios, y no sale. Estoy por echarme a llorar. Mi última esperanza es que esté en un cajón de la mesa del trabajo. Si no está allí, lo he perdido. Y lo necesito para mañana a las 13:00 h. Uffffff. Lo fuerte es que lo visualizo. Sé dónde estaba en el piso antiguo, antes de mudarme. Y en los dos anteriores. Pero no en éste.

Lo que he comido hoy:

"Primera toma" (06:30): yogur con nueces y una cucharada de copos de avena.

Desayuno (11:00): bocadillo pequeño de jamón serrano y café con leche de la máquina del trabajo.

Comida (15:00): un trozo de la empanada de atún que me sobró de la cena de ayer, y una manzana.

Merienda (18:00): café con leche y 7 galletas María (y hubiera comido más, si no se hubiera terminado el tubo; estaba un poco ansiosa por el estudio).

Cena (21:45): dentro de un rato. Cocina mi pareja, y se nota: pizza de champiñones y jamón york (precocinada, evidentemente). 3/4 para él y 1/4 para mí. De postre, un yogur desnatado con trozos de fresa.

Para mañana no tengo preparada la comida del tupper. Voy a tener que comer fuera, y tengo muy poco tiempo entre el examen de las 13:00 y la prueba de inglés de las 16:00, así que supongo que comeré un bocadillo o cualquier cosa. Y "cualquier cosa" es igual a "no comer demasiado bien, ni demasiado sano".

Semana 2, día 11

Sigo muy resfriada. Y tomándome medicación varia para la congestión nasal, para el dolor de cabeza, para la tos... que me provoca retención de líquidos. Lo sé, y lo noto. Y ni ayer ni hoy he hecho nada de ejercicio. Hoy, por ni hacer, prácticamente ni me he movido. He ido al trabajo en coche, y he vuelto en coche. Casi ni he pisado la calle.

Lo que he comido hoy:

"1a toma" (06:30): café con leche y 5 galletas María.

Desayuno (10:30): infusión drenante y bocadillo pequeño de jamón serrano.

Comida (15:00): plato único, salteado de verduras (cebolla, berenjena, calabacín, pimiento rojo, pimiento verde y zanahoria), con trocitos de salchicha de pollo y trocitos de chistorra, acompañado de un poco de arroz blanco. De postre, una manzana.

Merienda (18:30): Mi pareja ha venido a buscarme en el trabajo, y hemos ido a merendar. Café con leche y caña (mediana) de chocolate.

Cena: (21:15): empanada de atún, y yogur desnatado con trocitos de fresas. Dentro de un ratito me tomaré un té rojo que ahora mismo tengo infusionándose.

En el tupper de mañana también me pondré otro trozo de empanada que me ha sobrado, y algo de fruta. Y mañana, aunque no sé como me encontraré, tampoco haré nada de ejercicio. Por la tarde tengo que estudiar. Eso me pasa por dejar las cosas para última hora. El jueves tengo el examen, y aún es hora que me mire algo. Por no tener, no tengo ni los materiales que tengo que estudiar. Un desastre. Como cuando era pequeña.

Semana 2, día 10

Vuelvo a estar enferma. De hecho, llevo ya muchos días medio resfriada, pero hoy estoy bastante peor. He ido a trabajar, pero he estado que no he estado. Encima tenía un curso de "potenciación de la memoria". Mal día, para el curso. Estaba toda mocosa, con la mente nublada... ideal para hacer ejercicios de memoria.

Total... que ahora, mientras actualizo, se supone que debería estar en clases de cocina, pero no he ido. Estoy en el sofá, tapada con la mantita.

Hoy he comido:

"1a toma" (a las 06:30): yogur desnatado con una cucharada de copos de avena y unas pocas nueces.

Desayuno (a las 11:00): bocadillo pequeño de salchichón y café con leche de la máquina del trabajo.

Comida (a las 15:00): lo mismo que ayer para cenar (ensalada y dos bacaladillas, y de postre una mandarina).

Merienda (a las 18:30): un té verde con mente y 2 galletas María.

Cena (dentro de un ratito): crema de calabacín con un puñado de picatostes. Siempre le pongo patata, y hoy me he olvidado. De postre, seguramente una mandarina.

Hoy he llegado a casa que eran las 17:30, y desde entonces y hasta hace un ratito, me he pasado el rato cocinando. He preparado el puré; la comida de mañana para los tuppers (verduras salteadas con trocitos de salchichas de pollo y arroz blanco); una empanada de atún para mañana por la noche (y lo que sobre para el tupper del miércoles), y he hecho caldo vegetal. Saber que tengo todo esto avanzado me relaja muchísimo.

Semana 2, Día 9

Hoy he comido de más. Está visto que no puedo comer chocolate, sino me da ansia y quiero más. Ya empecé ayer por la noche, en la cena de San Valentín que le regalé a mi pareja. Y he continuado hoy. Mañana volveré al redil, qué remedio.

Pese a haber ido a dormir tarde, me he levantado relativamente pronto, por ser domingo. A las 8:00 ya estaba fuera de la cama. He comido un plátano y un yogur con una cucharada de copos de avena y trocitos de nueces y me he calzado las zapatillas y me he ido a correr. Me sentía "culpable" por la cena de ayer. He corrido 45 minutos, a un ritmo troterillo. En total 7 km. No está mal, pero cuando miro los datos de mis entrenos de hace unos meses me da rabia. Corría más rápido, no me cansaba, etc etc. He decidido que me apuntaré a una carrera de 10 km el día 31 de marzo. Tengo tiempo, pero tengo que entrenar. Será una motivación más. Mi objetivo público: terminar. Mi objetivo "secreto": terminar los 10 km en menos de una hora.

Después de la sesión de "running", he desayunado: infusión drenante de cola de caballo y cítricos y un par de tostadas con mermelada de melocotón.

La comida, como casi cada domingo, en casa de la suegra y, como siempre, nada de verduras: canelones de marisco y pollo al ajillo. De postre, una mandarina.

Para merendar, sin hambre y por gula y porque ésas son/eran mis costumbres, café con leche y magdalena (graaande) de chocolate. Olé yo.

Y para cenar, ensalada y dos bacaladillas (que será lo mismo que me llevaré mañana en el tupper del trabajo para comer al mediodía). De postre me he comido un yogur desnatado de fresas y no he podido evitar picotear dos galletas de chocolate. Dentro de un rato me tomaré un té rojo.

Semana 2, Día 8. -3,5 kg!

¡No me lo creo! Hoy, cuando me he levantado, lo primero que he hecho ha sido pesarme. ¡PESO 84,5 KG! He perdido 3,5 kg, muchísimo. Tengo que decir que hace una semana estaba hinchadísima por dos motivos: la regla y la medicación que me había tomado, que hace que retenga líquidos. Así que buena parte de esa pérdida tiene que ser, por fuerza, debida a la eliminación de los líquidos retenidos. Pero da igual... estoy súper contenta.

Hoy actualizo antes, después de comer, y ya no lo haré hasta mañana por la noche. Voy a escribir lo que he comido hoy, pero se quedará a medias.

Desayuno (a las 11:00): me he levantado tarde, y ya no ha habido "primera toma". Como cada sábado he desayunado en el bar del lado de caso: bocadillo (mediano) de fuet y café con leche.

Comida (a las 14:30): ensalada y filetes de dorada a la plancha, acompañados de patatas a la panadera. De postre, dos mandarinas.

Dentro de un rato iré al gimnasio, con la intención de ir a una clase de spinning. Hoy, por la noche, salgo a cenar fuera, así que la cena será un poco "extra". Veremos.

Mañana, más.

Semana 1, Día 7

¡1a semana tocando a su fin! Mañana me pesaré... a ver...
Sigo muy motivada, intentando evitar el picoteo, las tentaciones, los atracones... Y estoy contenta, la verdad.

Hoy he leído -ya no sé a dónde- que cuando se hace dieta es mejor no decirlo, porque así no se añade uno presión añadida sobre los logros o los no logros. No sé qué pensar. Igual sí. O depende, si hay más gente que hace dieta a tu alrededor, nos motivamos más todos. No sé. Sí que recuerdo que hace un par de años en el trabajo decidimos hacer una semana de dieta depurativa, con la dieta archiconocida del caldo de cebolla, que te matas a hambre. La única que lo terminé fui yo, y perdí 4 kg, creo. Pero aquello no fue en plan "ánimos, nosotras podemos". Lo recuerdo con desagrado. Yo iba a la mía, pero las demás empezaron a competir entre ellas, a ver quien perdía más y quien perdía menos. A mí me dio muy mal rollo. El año pasado, cuando empecé la dieta proteica, no lo dije por eso mismo. A las pocas semanas se hizo muy evidente que estaba haciendo "algo" porque perdía mucho, y entonces lo expliqué, cuando tenía ya la dieta encaminada, pero no antes.

Igual es que el ambiente en mi trabajo es nocivo, insano y perjudicial. No es normal (o sí, no sé), que cuando digas que estás haciendo dieta te salte tu jefa y te suelte un "si, ya te convenía, que últimamente te has engordado mucho y tiene una cara de pan de kilo". Vaya... olé con la sinceridad. Eso es lo que me dijo el año pasado. ¿Era necesario? ¿Se creía que no me daba cuenta?

Hoy he comido:

1a toma (06:30): café con leche y 5 galletas María (normalmente tomo yogur, es cierto, pero esos días no me apetece nada comer algo frío a primera hora).

Desayuno (10:30): infusión drenante (cola de caballo y cítricos) y bocadillo pequeño de salchichón.

Comida (15:00): macarrones con salsa boloñesa y un yogur desnatado de fresa.

Merienda (18:30): un plátano y 4 nueces.

Cena (21:30): ensalada de escarola con bonito y bacalao desmigado, y una mandarina.

Ahora, mientras miro la tele, me tomaré un té rojo.

¡Mañana me peso!

Semana 1, Día 6

¡Hoy sí que he hecho ejercicio en plan bien! Cuando he llegado a casa me he calzado las zapatillas y me he ido al parque. ¡A correr! Y he tenido muy buenas sensaciones. He corrido 42 minutos, sin parar, a un ritmo constante troterillo. He corrido 6,5 km. Estoy muy contenta. En noviembre participé en una carrera popular de 10 km. La hice en 1 h 01 min, lo cual estaba muy bien (para mí). A partir de aquí, me relajé. En la comida, en el deporte, en todo. Y subí de peso (ya estaba subiendo en noviembre, pero de forma más controlada). Y en enero, cuando volví a entrenar me lesioné. No sé si por el sobrepeso extra, o por lo que fuera, igual por la sobrecarga. Pero no podía correr más de 3 min sin tener que parar por unos dolores horrorosos en ambas piernas. Decidí parar unas semanas, y ha funcionado. Ni hoy, ni el domingo, he notado ninguna molestia.

Respecto a las comidas, bien.

1a toma (a las 6:30): café con leche y 5 galletas María.

Desayuno (a las 10:30): bocadillo (pequeño) de jamón serrano y café con leche (de la máquina del trabajo).

Comida (¡a las 15:45 bien buenas!): había quedado para comer con 2 amigas, y entre que hemos salido del trabajo, nos hemos encontrado y hemos escogido restaurante nos han tocado las tantísimas. Hemos comido tarde, plato único y postre: hamburguesa de ternera con salsa de champiñones, ensalada y arroz blanco. El postre.... un trozo de brownie.

Merienda: hoy, nada. He terminado de comer que eran las 17:00. Cuando he llegado a casa, he salido a correr.

Cena (21:30): revuelto de verduras y una manzana. Ahora, después de escribir la entrada, me beberé un té verde con menta.

Semana 1, Día 5

Hoy he tenido mal día en el trabajo. He estado a punto de plantarme delante la máquina expendedora de porquerías en unas cuantas ocasiones y comprarme lo que menos me conviene. No lo he hecho, pero ha costado. No tenía hambre, sólo ansias. Y dolor de cabeza. Y un cabreo monumental. Básicamente conmigo misma, por no decir basta y mandarlos a todos a la mierda.

1a toma: café con leche de soja (a ver si se termina el brick ya. Lo compré por probar y no acaba de gustarme) y 5 galletas María.

Desayuno: bocadillo de jamón york y té verde con menta.

Comida: ensalada verde (muuuy verde) y pseudo-paella de pescado. Comprado en una tienda de comidas para llevar. La paella era tirando a malilla.

Merienda: 2 mandarinas y un té rojo.

Cena: crostini vegetal. Con pimiento rojo escalivado, calabacín a la plancha y mozzarella. Y la gracia del plato: pesto rosso. De postre, un yogur con trocitos de fresa. Seguramente, mientras esté mirando la tele me tomaré alguna otra infusión.

Esta tarde quería salir a correr. Pero se me han hecho las mil con la plancha y otros marujeos domésticos. Me he puesto 40 minutos a hacer steps delante de la tele, con el stepper rosa que compré hace un par de años en el Decathlon y que estaba muertísimo de asco dentro de un armario.

Semana 1, Día 4

Ayer dije que hoy iría al gimnasio... y no lo he hecho. Esta mañana sí que he estado haciendo gestiones por el centro de Barcelona. He ido a un montón de sitios, andando, a buen ritmo. En total he andado 2 horas largas (parando lo que he tenido que esperar para que me atendieran en el Ayuntamiento y el rato que he tardado en repetir las liquidaciones de los Impuestos de Sucesiones que no se habían imprimido bien y que me han hecho repetir a mano en Hacienda). Pero no es lo mismo que ir al gimnasio. Encima... en vez de ir al gimnasio he ido a merendar.

No se hizo Roma en un día...

Hoy, antes de salir de casa, he comido un yogur, con un puñado de nueces y una cucharada de copos de avena. A media mañana he desayunado: bocadillo pequeño de jamón serrano y café con leche.

La comida, de tupper, plato único, pero completo: verduras salteadas (berenjena, cebolla, pimiento rojo y pimiento verde, calabacín y zanahoria) con trocitos de pollo y arroz blanco. De postre, un yogur desnatado con trocitos de fresa (inapreciables, casi).

Mi pareja ha venido a buscarme en el trabajo, y en vez de ir al gimnasio hemos ido a merendar. Maaaal. Café con leche y croissant (de chocolate).

Y ahora, mientras actualizo, él está preparando la cena: pizza (hecha en casa, al menos) de atún. Una para los dos. Y una manzana. Que hoy no he comido fruta.

A pesar del croissant y de la pizza estoy relativamente contenta. Controlo las cantidades que como. Y llevo 5 días (desde el chocolate del viernes) que no he picoteado lo que no tocaba.

Semana 1, Día 3

No sé exactamente cómo titular las entradas. De momento voy a ir probando, hasta que encuentre el cómo.

Hoy ya he empezado a decir que estoy a dieta. A ver cómo irá...

Y, de momento, y conste que llevo poquísimos días, lo llevo bien. Hoy he hecho mis 5 comidas. Me levanto muy pronto, y antes de las 7.00 ya tomo mi primer desayuno (que sería el medio mañana de casi todo el mundo, pero ya hace años que "quedé" así con una dietista, y me funciona para ir tirando durante la mañana). Esa primera "toma" últimamente es un yogur desnatado, con una cucharada de avena y un puñado de nueces. Otros días le añado un kiwi troceado. O unos gajos de mandarina. Depende.

A media mañana, un bocadillo (pequeño) de jamón york, y un café con leche de la máquina del comedor del trabajo.

Y la comida, que me la llevo siempre al trabajo, hoy ha sido una ensalada (lechugas variadas, tomate, medio huevo duro, un puñado de pasas) y un par de bacaladillas que sobraron de la cena de ayer (al final no hice revuelto de verduras). Llevaba una manzana, pero no tenía hambre.

A media tarde, he merendado un té verde, la manzana que me había sobrado del mediodía y dos galletas María.

Y la cena... Hay tres lunes al mes que tengo clases de cocina. Y hoy tocaba clase. A diferencia de otras escuelas de cocina, en ésta "cocinamos, cocinando". Eso es... cocinamos entre todos los alumnos (no son clases magistrales), y luego nos lo comemos. Hoy hemos hecho empanadillas de verduras; arroz con calamares y bundcake de frutas. ¡No os asustéis! Que lo que comemos no es la ración normal. En la clase somos unas 14-15 personas, depende del día, pero cocinamos para 6. Así que no comemos ni media ración de lo que sería un plato "normal".

Estoy contenta. Hoy he comido "bien", sin picoteos ni ansias. No he hecho ejercicio, pero mis lunes, si tengo clase de cocina, ya no dan para más. Mi propósito para mañana sí que es ir al gimnasio cuando salga del trabajo.

Semana 1, Día 2. Domingo

Ayer sábado fue un día un poco raro. Normalmente intento hacer 5 comidas al día, pero los fines de semana no puedo. Me levanto tarde y me faltan horas. Esto es lo que sucedió ayer.

Desayuné que eran más de las 11: un café con leche y un bocadillo demasiado grande de fuet. A las 14.30 comí: plato único, tallarines a la carbonara, y una mandarina. Quería ir al cine, se me juntaron las horas y no merendé. Terminé cenando a las 20: una ensalada roñosa y una ración de patatas fritas (al menos no me pedí bocadillo, como acostumbro).

Me rebienta comer así los fines de semana, pero con una pareja boicoteadora es lo que toca.

Y los domingos,más de lo mismo. He desayunado tarde: tostadas con mermelada, un plátano y un café con leche (de soja, por primera vez en mi vida). Y he salido a correr media horita. Que no está mal. A un ritmo un poco lento, pero contínuo, sin parar. Tengo que recuperar la forma, eso está clarísimo.

La comida de hoy, en casa de mi suegra, macarrones y costillitas de cordero rebozadas. No he comido demasiado. Y una naranja. Seguramente dentro de un rato saldré a merendé. A ver si me controlo. Por la noche, revuelto de verduras.

En fin... Que eso no es estar a dieta, lo sé. Yo quiero poder comer de todo, normal, en cantidades normales. Y no picotear, ni sucumbir a los atracones. Siempre que los he controlado, he adelgazado. Es lo que quiero intentar. Y este fin de semana, bien.

Empezando: 88 kg

Acabo de pesarme. Y no me lo creo. La báscula marca 88 kg. Me he pasado estas últimas semanas, lo sé. Pero eso no puede seguir así. Tengo que controlar los malditos atracones y mis malditas ansias de comer porquerías.

Me pesaré una vez por semana, preferentemente los viernes a primera hora. El blog intentaré actualizarlo a diario, o casi, siempre que tenga algo que contar.

Día 0. Confesión

Hoy empiezo este blog.

No puedo seguir así, subiendo peso de forma descontrolada. Y sé que es culpa mía. Tengo ansiedad, por el trabajo, por mi relación de pareja, porque subo peso... y lo arreglo comiendo. No puede ser. Tengo que parar. Al final eso se está convirtiendo en un pez que se muerde la cola. Y me está matando por dentro. Yo no soy así. No quiero ser así, ni estar así. No me gusto.

Hace días que le vengo dando vueltas, a eso de crear un blog. Creo que igual así me motivaré más. Y aprovecho hoy, que estoy enferma en casa para abrirlo. En realidad, enferma enferma, no estoy. No me encuentro bien, pero en otras ocasiones he ido al trabajo estando mucho peor. Hoy no me he visto con fuerzas y me he quedado en casa. Cada día me gusta menos ese trabajo. No me gusta ese ambiente, la forma de trabajar, el trabajo en sí a veces es muy absurdo. Tiene buena parte de culpa de mi ansiedad. Últimamente, cuando estoy allí, sólo me da por picotear. Ir a la máquina de porquerías y comprarme porquerías.

Hace unos días que no me peso. No quiero verlo. El último día que me pesé, el 19 de enero, pesaba 84,3 kg, después de haber bajado 1,5 kg de los excesos navideños. Ahora debo pesar más. Hace un año pesaba 94 kg. Hice una dieta proteica y bajé hasta 73 kg. Estaba estupenda, pero me dejé a partir de septiembre, y en pocos meses he subido una barbaridad.

No puede ser. Es todo culpa mía. Tengo que controlarlo. Me miento a mí misma y a los demás. Bueno, a los demás igual les miento, a mí misma hago como que me engaño.

Este año no tengo dinero para hacer una dieta proteica. Pero puedo hacer dieta. Sé lo que tengo qué comer y lo qué no. Son muchos años de experiencia, por desgracia. Estoy apuntada a un gimnasio, y puedo ir. Y tengo que ir.

Empiezo a cuidarme. Y tiene que ser para siempre. Adiós bollería industrial. Adiós picoteo porqué sí. Adiós comprar y comer a escondidas. Hola, a planificar las comidas. Hola, al ejercicio.

Ahora es hora de comer. Lo tengo preparado ya (teóricamente tenía que llevármelo en el tupper al trabajo). Tocan judías salteadas con zanahoria y trocitos de jamón. De postre, un yogur. Esta mañana he desayunado dos tostadas con mermelada y un café con leche con sacarina. Iba bien hasta que, a media mañana, me he acabado la media barra de chocolate negro de postres que quedaba. Tiene que ser el último atracón.

Mañana actualizo con el peso.